26 jun 2008

 



 
Maratón Alpino de Madrid
(22 de junio de 2008)

Tres amigos (Pedro, César y yo) se embarcan en una aventura de horas. Salimos el sábado por la tarde con destino a la sierra de Navacerrada (Madrid), dormimos unas horas en un albergue de montaña, madrugamos y nos colocamos en la línea de salida a las 8:00 dispuestos a correr 45 kms, hacer 4800 metros de desnivel y, todo ello, a una altura media de 2000 metros y una temperatura superior a los 30º C.

Cada carrera de ultratrail es una experiencia personal, casi mística. Comencé prudente, luego me pudieron las ganas para, finalmente, llegar a rastras. La carrera fue preciosa. Crucé bosques, subí cimas, vadeé ríos y rodeé lagos de montaña...

¿Con qué me quedo de la vivencia?... con la inmensa sensación de FELICIDAD y la explosión de ENERGÍA que fluía por los los senderos y caminos. Sobre la tierra pisaban pies de gente apasionada, que sueña, que se emociona y que encuentra el sentir de la FELICIDAD. La felicidad absoluta es una quimera. Para muchos, sortear árboles y saltar sobre un riachuelo con el pensamiento puesto en los que quieres dejando rodar una lágrima, es lo más parecido a tocar el cielo. No lo puedo sentir de otra forma.

Ahora me toca curar las ampollas que me produjo un calzado inadecuado y recordar la cima de Peñalara para superar el siguiente reto profesional.

www.maratonalpino.com

Etiquetas:


1 jun 2008

 

Historia del dorsal 459 en la Vuelta Atlética a la isla de Tenerife

Mi amigo Frank me invita a hacer un tramo de la vuelta. Mi ilusión era la de participar con mi hijo y le propuse ir de suplente para hacer la etapa final Tacoronte - Santa Cruz sin competirla (distancia 25 kms. Nunca había intentado tanto llevando a mi hijo).

El delegado del equipo ya informó en su momento de mis intenciones. En el punto de salida la organización me pudo ver calentando en la zona con mi 'copiloto' durante más de media hora. En fin, mi participación era notoria, más teniendo en cuenta que eramos escasamente una treintena de corredores.

La seguridad fue mi obsesión antes y durante la carrera:

Vestimenta de mi hijo: Chaleco reflectante naranja y amarillo + brazalate amarillo de señalización

Carrito: 2 cintas reflectantes a la altura de cada rueda trasera y dos globos amarillo y naranja a la izquiera en el sentido de la circulación.

Apoyo logístico propio: motorista con chaleco reflectante y coche detrás de mi con los intermitentes de emergencia activados.

Seguridad en carrera: policía o miembros de protección civil en todos los cruces y rotondas. Vehículos de la organización durante toda la carrera

A lo anterior le podemos sumar cierta experiencia propia (más de 10 competiciones atléticas acompañado de alguno de mis vástagos).

Pues miren por donde... la única situación en la que siento peligrar mi seguridad es cuando un miembro de la organización, o equivalente, se baja de su coche y se pone a correr a mi lado en plena carrera para preguntarme "qué clase de padre inconsciente soy" y para invitarme a entregarle mi dorsal. Eso... ¡¡habiendo recorrido el 75% de la prueba!! sin ningún tipo de aviso o incidencia previa.

Es la primera vez que me pasa algo tan desagradable en mi carrera deportiva. Quiero que mis hijos compartan el deporte conmigo siempre que sea posible. En su día fueron las mujeres deportistas, quizá lo sufran también los discapacitados y, toca por lo visto, abrir el camino a los padres que quieren participar o competir con sus hijos. Las grandes ciudades del mundo privilegian a los atletas como yo. Aquí te arrinconan y te llaman de todo menos bonito. ¡Cuanto queda por hacer!

Por cierto, después de unos minutos de desconcentración llegué a meta felizmente. Miguel me ha pedido, como siempre, repetir.

Felicito a Frank como delegado del equipo por su estupenda labor.

Agradezco enormemente a Julio (el de la moto) por haberme acompañado en la carrera, a mi mujer Ángela y mi hijo Joan por haber estado con el coche detrás de mí en todo momento y a todos mis familiares y amigos que me animaron en la prueba.

Me queda en el recuerdo los ánimos y aplausos de la policía, voluntarios y gente de la calle. El guardia urbano motorizado que me acompañó los últimos 500 metros con su sirena óptica y sus consejos en ruta fueron todo un símbolo de que las cosas están cambiando.

Etiquetas:


This page is powered by Blogger. Isn't yours?