9 dic 2010
La buena ola llega cuando menos te lo esperas
La ola perfecta no llega ni como tu la esperas ni cuando tu la esperas. Lo único que puedes hacer es desear que llegue en muchos momentos de tu vida y prepararte para esos momentos.
Muchos dejan pasar las oportunidades pensando que no son para uno o que la vida es tan infinita que ya habrá tiempo de subir al tren.
Las olas te cogen por sorpresa pero yo quiero estar y no perdérmelas: unas palabras amigas, un aplauso sentido, un premio recibido.
2010 termina en mi vida lleno de olas que al principio me revolcaron en la arena para luego aprender y cabalgar sobre ellas. He tenido que reparar muchas piezas de mi vida que estaban oxidadas para caminar con más fuerza y alegría.
Aunque el viaje a la felicidad nunca termina, siento que este año he culminado una etapa importante de mi vida.
El deporte no ha sido mi gran ola del 2010 pero sí que ha contado mucho. La 'cabalgué' con entusiasmo este lunes cuando delante de mis querídisimos padres, esposa e hijos recojo mi trofeo de tercer clasificado M40 en el circuto de carreras de montaña TrangoWord Isla de Tenerife.
Allí estabamos todos felices. Los revolcones te hacen aprender si te levantas y lo vuelves a intentar con entusiasmo. Cabalgué unos segundos en la ola perfecta para seguir mi viaje hacia la felicidad.
(fotos made by José Carlos)
