2 dic 2007
El loco transcurrir de un río llamado VIDA
Lágrimas por Araceli
Un mismo río que en un amanecer riega y da vida para, en un atardecer, desbordarse y matar. Así es la vida, un río a veces manso y, las más, desbocado.
Con una diferencia de horas, una amiga asturiana, gran mujer y madre de tres, es atropellada por un conductor ebrio mientras nuestro hijo pequeño cumple tres años lleno de alegría y vida.
Hablando de ríos, los hay de tinta justificando las causas de tantas muertes inútiles. Dejémonos de ambigüedades y miremos de frente a los ojos de la verdad. Beber es el hobbie nacional sin importar las consecuencias que de ello se deriven. Si uno bebe todo es más disculpable cuando, lo cierto, es que la responsabilidad se agrava. Dos veces hay que castigar, por beber sin saber y por matar sabiendo.
Pero ahora no toca comprender. Nos toca llorar. Me quedo con el recuerdo tuyo, ¡Araceli! Madre entregada, alegría en la plaza mayor de Navia caminado entre la estela alegre de tus hijos. Nos entregaste tu último testimonio en vida salvando otra vida, la de tu hijo al que abrazabas.
Ángela esta muy triste y yo estoy triste por ella y por tí. Nos toca llorar hasta que el río se amanse y nos deje, a todos, de nuevo remar.
¡¡Te queremos Araceli!!
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