Blog de José Manuel Rocha

Creo que muchos de nosotros tenemos "espinitas clavadas" por no haber sabido curar una herida abierta con otra persona o, simplemente, por no haber aclarado a tiempo un malentendido. Dejamos pasar los años, se enfría la relación y se pierde una amistad.

Me pregunto si la distancia en el tiempo hace imposible desmadejar el ovillo. Más bien siento que debe de ser muy saludable reconducir y recuperar amistades y que nunca es tarde cuando la dicha es buena.

Como vivencia propia en este sentido se me viene a la cabeza como, en una fiesta universitaria, un amigo que me buscaba las 'cosquillas' en un juego de 'peleillas' se enfadó por una maniobra de evasión algo brusca por mi parte. Fue una tontería pero pasó muchoooo tiempoooo hasta que volvimos a hablar. Hace un par de años me atreví a abordarle para, precisamente eso, HABLAR. Solo fueron necesarios unos minutos de sinceridad para pedirnos disculpas mutuas por aquel juego que nos distanció tanto. Ahora somos muy buenos amigos.

En este caso la historia terminó felizmente. No dejemos que haya historias de este tipo en nuestras vidas que no tengan final feliz